Aquí los girasoles no conocen la niebla,
aquí los árboles te dan sombras y calma,
aquí el mar sabe lo que hemos olvidado,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.
Aquí los sabios son los que gobiernan,
aquí amamos el orden del azar de la vida,
aquí un sueño tiene tu mismo nombre,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.
Desde todos los siglos
llegan las caravanas a la ciudad del nómada.
Aquí la muerte dice nunca, nunca,
aquí los ángeles consuelan a los tristes,
aquí en los campos crecen amapolas,
aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.
Aquí son bienvenidos los desesperados,
Aquí es nuevo el sabor del pan y el vino,
Aquí son espontáneos el trabajo y el día,
Aquí el viajero puede quedarse cuanto quiera.
Desde todos los siglos
llegan las caravanas a la ciudad del nómada.