¡Que querés, no te esperaba!
Perdoname la franqueza
porque desde que te fuiste
no pensaba verte más.
Y hoy que honrás con tu presencia
la miseria de esta pieza,
la sorpresa del encuentro
la podés imaginar...
Perdoná, no me di cuenta,
casi ni te di la mano.
Si querés quedarte un rato
sin ninguna pretensión,
poco tengo pa' ofrecerte,
no sabés como he quedado,
si estoy dando lo que he dado
pa' pagar mi metejón
Y vos, estoy seguro
que habrás echado buena
y que te dio vergüenza
entrar en el bulín.
Ya no andarás cuerpeándole
al hambre y a la pena.
Tu vida noche y día
será un solo festín
Me alegra que hayas vuelto
después de todo un año
con ese vestidito
que yo te regalé.
Tu lujo, tus alhajas,
me hubieran hecho daño
¡Qué bien que te has portado,
volviendo como ayer!
¿Qué tenés? ¿Estás llorando?
No te pongas de ese modo,
si no vas a consolarme
con tenerme compasión.
No fue sólo por tu culpa
que he perdido todo, todo.
Es que, entonces, yo tenía
un otario corazón
¿Qué decís? ¿Que te engañaron
con un mundo de promesas?
Que volvés arrepentida,
que hoy recién me comprendés.
¡Que querés si se acabaron
tus delirios de grandeza!
Hoy tenés de recompensa
lo que vos te merecés.