Recién te acordás, recién me decís
que estando a mi lado vos eras feliz.
Que hablando podemos volver a entendernos,
volver a querernos, que no me mentís.
Y hablarnos de qué, ¿decime de qué?.
¿Te quedan palabras que yo no escuché?
¿Te queda en los labios algún juramento
que no es un tormento que yo no pasé?
¿De qué podemos hablar,
sin corazón, sin ternura?
Después de tanta amargura,
después de tanto llorar.
El tiempo ayuda a olvidar,
tenemos otro destino...
¡Seguí! ¡Seguí tu camino!
¿De qué podemos hablar?
¿Por qué me mirás con tanto rencor?
No es mía la culpa si fue nuestro amor.
Un cielo primero, después un tormento,
después un infierno de angustia y dolor.
¿Por qué no te vas, por qué no seguís?
¡Vos nunca a mi lado podrás ser feliz!
¿No ves que en mi pecho yo tengo un vacío,
un miedo y un frío? ¿Por qué no seguís?