Allí, tal vez, tal vez,
tu ayer encontraré.
Tu ayer cargado de silencio
volviendo por las calles del recuerdo.
La vida que se ha muerto y no se ha muerto.
Sombras, sueños.
Quemar, quemar el corazón
y luego recordar en un rincón.
En un rincón vivió el amor
la luz feliz, la luna llena.
Tus ojos grandes, tus manos buenas
y al fin la soledad del corazón.
En un rincón murió tu voz,
la luz más gris, más gris de amor.