Canta el ave su humilde desvelo
sangrando en el pico rocío de amor,
cuando incendia las parvas de cielo
detrás de los montes, la brasa del sol.
Llora el campo en la gota de nube
y gimen los bosques con voz de zorzal,
pero al hombre que quiere y que sufre
tan sólo lo alivia su propio cantar.
Contale que sus ojos negros
son los que alumbran mi vida.
Errando en el cielo de un sueño
como dos lunas perdidas.
Contale que sus ojos negros
son los que abrieron mi herida...
Si tus noches no tienen ternura,
y es seca la tierra de tu corazón.
Si tus mieles no tienen dulzura
y no hay en tus soles tibieza de amor.
Si este pobre cariño que siento
no encuentra en tu vida rincón de amistad...
amalhaya pudiera ser viento
pa' hundirse en los rumbos de la inmensidad.
Contale que sus ojos negros
son los que alumbran mi vida.
Errando en el cielo de un sueño
como dos lunas perdidas.