No sé qué tiene la chaya
que a mí me pega en el corazón
será que en ella se mezclan
las alegrías con el dolor.
No sé qué tiene la chaya
pero al riojano lo hace llorar
será que corre en sus venas
sangre de uva y algarrobal.
Vengo del agua, vengo del sol
de la madera y el mineral
aunque soy vino, yo tengo sed
dame un racimo para volver.
Hasta tus calles de tierra y luz
a la ventana de tu mirar
sólo una copla traigo esta vez
si la desprecias me moriré.
La chaya es como la vida
es impredecible en su discurrir
es la magia de su canto
como la madre, nos puede unir.
De las piedras y la arena
tomo las voces que al viento van
ya no me importa la muerte
si pa' febrero vuelvo a iugar.
Vengo del agua, vengo del sol
de la madera y el mineral
aunque soy vino, yo tengo sed
dame un racimo para volver
hasta tus calles, de tierra y luz
a la ventana de tu mirar
sólo una copla traigo esta vez
si la desprecias me moriré.