Como arbolito en otoño
sin hojas ya estoy quedando
las flores que yo tenía
de a poco te fui entregando.
Quién lo hubiera sospechado
que en tu pecho se escondía
un corazón de quebracho,
de piedra más bien diría.
De agua y sal mojé un pañuelo
de amor la luna moría
de agua y sal bañé mis ojos
que nunca más llorarían.
Una lágrima he guardado
una gota de esperanza
para ponerla en tu boca
si regresaras mañana.
Como un campo con escarcha
así me has dejado el alma
arenal seco y sediento
mi corazón se desangra.
Un cuchillo me has clavado
y es muy profunda la herida
pero es tal mi mala suerte
que me dejaste con vida.
Las flores que yo tenía
de a poco te fui entregando
como arbolito en otoño
sin hojas ya estoy quedando.
Una lágrima he guardado
una gota de esperanza
para ponerla en tu boca
si regresaras mañana.