Una vidala suena en las cajas
cantan los montes, madera y agua.
Quema el sol del atardecer
El ritual está por nacer.
Cuánta distancia, en las miradas
anda el olvido, en las guitarras.
Quiénes son, de dónde vendrán
el dolor camina en el mar.
Yo no quiero, ser adiós
en la tierra, sueño yo
es eterna la razón.
No hay fronjeras en mi amor
en mi corazón, en mi corazón,
en mi corazón, en mi corazón.