Tiene nuestra chacarera
color y acento de pueblo
de caminos llovidos
como la piel de los vientos.
Color del sol escarchado
sobre las calles de la tierra
con olor a campo arado
bajo un rocío de estrellas.
Y tiene la chacarera
color de nube en tinaja
de los patios guitarreados
de la noche a la alborada.
Tiene color y armonía
de los frutos campesinos
color de madre rezando
por el hijo peregrino.
Color de guitarra arada
sobre una niña canora
para alumbrar la palabra
en la urdimbre de la copla.
Color de paleta anciana
de pintores de la vida
de leyendas y nostalgias
de llanto a escondidas.
Color de rancho tapera
de rastros que no regresan
como el río va buscando
el canto de la sirena