Vuelve, vuelve Tata Nachi
con tu bombito aparcero,
para curarlo de antojo
zapateando en entreveros.
Aún se me hace que lo veo
con su rastra y su ponchito,
soñador dándose al viento
con su bombo al infinito.
Hecha flor a su recuerdo
que le pongan yo quisiera
en su Huaico Hondo querido
una cruz de chacarera.
Dale, dale Tata Nachi
repicando allá en Huaico Hondo
que a tu bombo camorrero
de la banda le respondo.
Zamba nochera es su zamba,
se fue al galope de un sueño,
por un camino de estrellas,
en el corcel de su dueño.
Se hizo carne de misterio
por que su alma fue la tierra
y en los retumbos te nombra
por valles campos y sierras.
Ronda que ronda la noche
de los viejos carnavales
se van vidalas y cajas
borrando penas y males.
Dale, dale Tata Nachi...