Oye hermano provinciano
vaya mi vino por vos
soy astilla de tu palo,
soy retoño de tu flor,
tengo sangre de algarrobo,
de cemento el corazon.
La semilla de mi pago
lleva un indio de mistol,
su lanza brilla en el oro
de los desquicios del sol,
pero es historia es pasada
su batalla y su pasión.
Hoy estamos en la Villa
de Fuerte Apache en Morón
somos quichustas urbanos
de bailanta y "rockandrol"
de chacareras azules
de coraje y de malón.
Somos la tribu maldita
con la melena de Dios
nos matan bajo la luna
nos dan palo a lo peor
nos excluyen de la vida
capitales del horror.
Somos cabecitas negras
y nos confunde el alcohol
patiamos latas de fuego
con un sueño de aerosol
y pintamos las paredes
reclamando tu dolor.
Somos angeles rapaces
de la nueva inquisición
por las esquinas volamos
con el humo del amor
y por el gran Buenos Aires
se nos vuela el corazón.