Era calandria un cantor
El barrio así lo llamaba
Porque en el alma llevaba
Fresca y dulce una canción
Era un gentil trovador
Y era el cantor un zorzal
Que volcaba en sus canciones
Todo el arte más popular
Ninguno como él sabía cantar
Las penas de amor en el arrabal
La pena un día su alma amargó
Lo hirió el desprecio de una mujer
Su barrio entonces abandonó
Y rumbo a París, Calandria se fue
El arrabal entero lo lloró
Y el barrio aquel que lo vio nacer
Vistió de duelo y enmudeció
Sabiendo tan vez que no iba a volver
Solo, lejos, con su pena
Una noche muy oscura
Se metió en una aventura
Que la vida le costó
Dos "macró" en un callejón
Golpeaban a una mujer
Él la quiso defender
Y al montón atropelló
Porteño de ley, Calandria peleó
Por una mujer, por ella murió
Y aquel que siempre supo llevar
En su alma una tierna canción
También sereno supo afrontar
La muerte como un valiente varón
Más antes de morir vio pasar
Su barrio como una dulce visión
Cuando él alegre iba a cantar
Como una calandria trovas de amor