Si se salva el pibe, si el pibe se salva,
vas a ver la farra que vamos a dar;
si Dios no permite que el pibe se vaya,
será fiesta patria en el arrabal.
Traeremos los pibes de todo el contorno
y así, en una tarde repleta de sol,
llenaremos toda la casa de adornos
y daremos juntos las gracias a Dios...
No tienes que dejarlo salir con los muchachos,
en casa hay demasiado lugar para jugar;
ya ves lo que ha pasado: el muchachito bueno
cayó bajo las garras de la fatalidad.
Ya sé que tú no tienes ninguna culpa en esto,
no creas que es reproche sino resignación;
si el pibe se nos salva, salvándose el muñeco,
verás como esto, vieja, le sirve de lección.
Me contó mi madre que todos los chicos
tienen a su lado un ángel guardián.
Si así fuera cierto, el buen muchachito
por lindo y por santo se debe salvar.
Y si Dios quisiera llevárselo lejos...
Parece que duerme, deja de llorar...
Ya sabes que han dicho que no lo despierten.
Si se salva el pibe, si llega a sanar!...