También los goces que da el dinero
en otros tiempos los tuve yo
y en las veladas del crudo invierno
en auto propio llegue al colon.
Por los gemelos acribillado
supe a las damas interesar,
mientras lucia desde mi palco
el blanco peto del rico frac.
A que vuelve a mi memoria
la miseria a renovar
el recuerdo de otras horas,
si hasta el aire cuando pasa
trae la sorda risa helada de la que así me perdio!
Yo le di el amor más noble
y mi hogar, mi vida entera;
yo por ella perdi el nombre
y pensando solo en ella
fui de todo, hasta ladron.
Los paraisos del alcaloide
para olvidarla yo paladee
y asi en las calles, como soñando,
hecho un andrajo me desperte.
En las grandezas que da el dinero
no pongas nunca tu vanidad,
que mi fortuna fue como un sueño
y traicionera mi realidad.
Cuanta plata en las carreras
junto a ella deje yo!
Que de amigos en mi mesa
de mantel de puro hilo
que se fueron como el vino
que mi mano les brindo!
Son más crueles que el invierno
del destino los rigores...
Gran señor y pordiosero,
yo también tuve mis pobres
en mis noches de Colon!