Hoy no tengo nada,
ni inquietud, ni sueños,
ni misterios, ni pasión;
nada en esta mano,
nada en esta otra,
y nada en el corazón.
Puede que mañana
tenga una sorpresa,
una fantasía, alguna ilusión.
La sonrisa tuya
que llevo en mis ojos,
la convertiré en canción.