No pienses más en cambiar
esta tristeza mía.
Déjala así como está,
que está tranquila secándose al sol,
al sol que está de fiesta
casi siempre en mi oídos,
para parecerse un poco
al polvo del camino
y dejarse llevar por una brisa leve,
ahora está húmeda
y nada la mueve,
me queda pegajosa en las paredes.
No pienses más en cambiar
esta tristeza mía.
Déjala así como está,
que está tranquila.