De un corazón nacieron dos semillas,
dos frutos, dos vidas que hay que vivir.
Y un viento fiero las arremolina,
separa las sendas que han de seguir.
Y se va cada cual
a buscar su verdad,
y la duda o la fe
van creciendo con él,
encendiendo su edad.
Cada cual camino,
cada cual su destino,
cada cual su verdad,
cada cual por su rumbo,
deshaciendo o haciendo
cada cual su final.