Por qué llorar,
por qué te deshilachas
si esto es sólo un juego de papel,
muchacha, muchacha,
por qué.
Mírame a mí,
leñador con mi hacha,
contemplando el árbol del amor,
muchacha, muchacha,
tu flor.
Puede que te sude
algo tu tiempo si has de vivir,
mas no te cejijuntes,
hazte más fuerte para seguir.
La vida, en fin,
se levanta y se agacha
y el que no lo supo no bailó,
muchacha, muchacha,
adiós.