(Trote)
Trota que trota, vidita,
van los muleros hacia el portal.
No pueden traer regalos,
sólo sus cargas de sal.
Trota, burrito,
vamos a saludar
que dicen que hay un niñito
que del trabajo nos va a aliviar.
Con tanta prisa que lleva,
la noche les llega ya.
Qué fría está la quebrada,
qué fría que está la sal.
El burrito más pequeño
se ha perdido del lugar,
pero mira la estrella
que lo llama del portal.
Y cuando ve al niñito
tan pobrecito lo va a calentar
y su carga tan salada
de oro la cambia, viday.