(Tema ganador del XI Festival de la Canción de Viña del Mar [1970])
Se levanta el hombre pobre,
sus manos llenas de sombra,
a sus bestias da el agua sedienta,
a su campo una sombra muy sola.
Y contempla su cielo nublado
y bendice su siembra tan triste
esperando en la noche tan negra
los jinetes que parten al alba.
El hombre, el hombre que se llama hombre,
remonta, remonta su alma en la noche.
Y sus ojos, sus manos, su pueblo
son ojos, son manos, son pueblos de hombre.
Es el hombre.
Se levanta el hombre nuevo,
en sus manos vacila la estrella,
los corceles veloces del tiempo
le han brindado una fiel compañera.
Bendiciendo el pan y el vino
contempla la paz de los muertos,
su bandera es la nave del viento;
así nace el hombre del tiempo.