(Canto a lo divino, recogido en Lebu)
Qué glorioso el angelito
que se va para los cielos
rogando por paire y maire
y también por su abuelo.
Qué glorioso el angelito
que pa’ los cielos se fue
con una rosa en la mano
y un clavel en ca’a pie.
(Tronco de to’a su mata,
ya se va su hijo querí’o.
Ya se va su hijo querí’o,
nací’o ’e su entrañas.)
Hermanitos, pi’o a Dios,
consuelen a nuestra maire.
Les pi’o la bendición
que ya quiero retira’me.