(Canción)
En un pequeño mundo,
en un mundo escondido,
me refugié una tarde
como un pajarillo herido,
cansado de tantos vuelos
y de diestros cazadores
en ese pequeño mundo
encontraba sólo amores.
Tendieron la mano amiga
y la sonrisa tan franca.
Encendieron las antorchas
de la amistad, la confianza.
En ese pequeño mundo
volvió a nacer la esperanza.
En un pequeño mundo,
me sentí libre y soñando.
Mi canto iba por el viento
como corcel galopando.
Me preguntaron sonriendo
por las cosas de la vida.
Se las decía cantando,
así curé mis heridas.