(Cueca recogida al interior de La Serena)
Mi vida, gloria eter..., gloria eterna al gran patriota,
mi vida, víctima, víctima de una traición.
Mi vida, y al ilú..., y al ilustre Balmaceda,
mi vida, por su no..., por su noble corazón.
Mi vida, gloria eter..., gloria eterna al gran patriota.
Es imposible que haya,
mi vida, alguien que pueda
igualar en sus hechos,
mi vida, a Balmaceda.
A Balmaceda, ay sí,
mi vida, siempre la historia
recordará sus hechos,
mi vida, y su memoria.
Seré mientras yo exista,
mi vida, balmacedista.