(Parabién)
Mocito que vas remando en tu lancha engalanada,
atrácate para el muelle que quiero ver a mi amada.
Siete días que me espera aquella preciosa flor:
el canal no lo cruzaba por causa de un ventarrón.
Rema rápido, mocito, no vengas a demorar,
que llegando yo a Dalcahue allá me voy a casar.
Qué cara tendrá el curita con su iglesia preparada:
la cara de las cantoras con guitarras afinadas.
Y el acordeón de don Pedro que toca de maravilla
periconas, resfalosas, parabienes y sirillas.
Quedó todo preparado, un curanto para un rey,
mocito no te apuraste y empieza el viento otra vez.
Mocito que vas remando en la mitad del canal
nos pilló la ventolera, ya no volveremos más.
Pobrecita novia mía, quedó vestida de flor
mientras yo duermo en el agua, mi parabién no escuchó.