(A Atahualpa Yupanqui)
Taita Atahualpa me lo enseñó:
fuerza y silencio ante el dolor.
El pecho abierto para el amor,
ni una mentira en el corazón.
Taita Atahualpa dice que sí
a ése que come charqui y ají.
Y a aquél que un potro sabe montar
y a la guitarra la hace llorar.
Cuando no esté su presencia
una vidala nos guiará.
Taita Atahualpa dirá que no
a aquél que mata y cree en Dios.
Taita Atahualpa dirá que no
al inconsciente y al traidor.
Taita Atahualpa, ven a penar
al que fue injusto y al criminal.
Taita Atahualpa, voy a llorar,
déme aguardiente para este mal.