(Vals triste)
Está sufriendo el banquero,
qué penitas llevará,
¿será Vietnam, será Biafra
lo que lo hace llorar?
Ay, pobrecito el banquero,
llora y llora de dolor,
con todos sus milloncitos
en Suiza y en Nueva York.
¿Por qué llorás, banquerito?
venid, dime la verdad,
¿Será el Perú, será Cuba,
la causa de tu penar,
los amantes de tu esposa,
tu precoz senilidad?
Nuestro banquero es un hombre
de mucha capacidad,
él trafica con el hambre,
la angustia, la libertad;
todo lo vuelve dinero
con su talento y bondad.
El banquero tiene diarios,
radios y televisión,
y con cariño reparte
lo que él llama información.
Si la noticia es de USA
él le da su bendición.
También el banquero tiene
a su servicio un partido,
¿para qué decir el nombre
si es de todos conocido?
El partido lo defiende,
si se llega a equivocar
le regala una embajada
en Francia o en otro lugar.
El banquero y sus millones
y su tremenda decencia,
anda en busca de un lugar
donde se vendan conciencias,
porque la que tuvo un día
se le acabó la paciencia.