Tanto quererte y amarte
va a terminar odiándote
porque juraste quererme
pido al cielo te perdone.
Tanta piedrita en el río
hasta formar una roca,
tanta palabra vacía
que repetía tu boca.
Sin boca puedo vivir,
sin chicha me aguantaré,
negra, si tú me abandonas
me condenarás a muerte.
Me fui a regar al desierto
tu ramillete de olvido,
y aunque lamí las hojitas
el viento lejos las llevó.
Negrita, no digas nunca
“de esta agüita no beberé”,
el cristal de tu promesa
mañana puede romperse.