Un perrito que yo tuve
recorrió Chile de a pie,
empezando por Arica,
terminando en Chiloé.
Iquique lo vio primero,
Antofagasta después,
Atacama y otras partes
del norte que le diré.
Conoció del Norte Grande
minerales salitreras,
al llegar al Valle del Elqui
tuvo su primera pena.
Le contaron que una estrella
que alumbraba ese lugar
se llevó la flor más bella,
Gabriela del palomar.
Pobre perrito andariego,
mala suerte lo alumbró,
se cansaron sus patitas
y el viaje se terminó.