Dime si puedes por qué,
niño que vienes andando,
tienes la mirada dura,
tu alma lleva un candado.
Con tu paso de hombre viejo
el hambre te ha marchitado.
No sé si tienes la fuerza
de tener una esperanza.
El mirar tuyo da miedo,
parece buscas venganza.
¿O buscas al Dios perdido
entre pieles de alabanzas?
Pienso que tienes razón,
hay que encontrar al culpable,
el que le dio el beso frío
aquella noche a tu madre,
condenándote pa’ siempre
a ser el hijo del aire.
Apenas cae la noche
te tapas con negro vino.
Apenas cae la noche
te mata por dentro el frío.
De niño pasas a viejo,
nadie pensó en tu destino.