Yo no quiero que me digan
que no bailarás conmigo
porque no ofrezco casorio
sólo camita y abrigo.
Huifalita, huifalay, huífala
huífala, huifalay.
Si tu mamá está enojada
yo nadita puedo hacer,
tu padre me sigue con
escopeta y revólver.
Ya le he dicho a tus parientes
no débense entrometer:
ya pasamos los cincuenta
y no quieren entender.
Tus hermanitas celosas
y a tus primitas les duele
que no me guste el casarme,
prefiero el déle que déle.
Pa’ que vean que soy bueno
te compuse estos versitos
y sólo te pido a cambio
espérame otro poquito.
¿No ves que no quiero casarme?