Sembrando la tierra Juan
se puso un día a pensar:
¿por qué la tierra será
del que no sabe sembrar?
Le pido perdón al árbol
cuando lo voy a cortar
y el árbol me dijo un día:
“yo también me llamo Juan”
Tuve en mis ramas un nido,
yo sé que se salvarán,
los pájaros siempre vuelan,
yo nunca aprendí a volar.
Tal vez pensando y pensando
un día aprenda a volar.
Triste la vida del campo,
arar, sembrar y esperar,
el otoño, el invierno,
el verano, siempre igual.
Tal vez pensando y pensando
un día aprenda a volar.