Una habanera canto,
no sé ni la razón.
¿Será porque estoy triste
que se volvió canción?
Caminando y cantando
encontré mi camino.
No me pidan que calle
que me muero de frío.
Yo no he sido minero,
tampoco pescador,
sólo entrego a mi pueblo
mi guitarra y mi voz.
Si me quitan el canto
y mi vida rompieran,
a la muerte cantara
como si vida fuera.
Pobre cantor de coplas
apenitas si soy,
caminando y cantando,
por el sendero voy.
¿Dónde estará la estrella
que me debe alumbrar
para no equivocarme
y entregar mi verdad?