Yo no sé qué tiene el vino
que a veces me hace temblar,
con un jarrito que tome
me viene por conversar
y esperando madrugada
recuerdos me hacen llorar.
Penas de hombre junto al vino,
peligrosa es la juntura.
Uno con otro se ayudan
a buscar la sepultura.
Se le pone ciega el alma
no ve ni el sol que lo alumbra.
El vino negro que tengo
debe tener corazón,
porque le gustan los versos
con referencia al amor.
Si sola se va la vida
hay que hacerla acompañar.
¿Dónde habrá mejor amigo
que un vino de soledad?
No pide ni espera nada,
escucha y hace olvidar.
Ya me voy quedando solo,
¿qué noche me cubrirá?
Mi canto se lleva el viento
y el vino se quedará,
mareándome el pensamiento
el vino se quedará.