Domingo 23 de septiembre
El almirante sospecha
que el motín ruge en sus filas:
cuanto más las naos se alejan
también el temor se amplía.
¿Verían tierra jamás
o estaban ya condenados
a que se los trague el mar
sin dejar memoria y rastro?
¿Serán pasto de tarascos,
monstruos con horrendo cuerno
cuyas fauces ven sus ojos
dementes, echando fuego?
Sólo el almirante cree
en el fin y en su destino:
con ensueños diferentes
sigue en su mundo perdido.