Del norte vengo, Maruca,
a cantarle al niño Dios.
Mi mamá mandó saludos
pa’ don José y para vos.
Como yo no tengo burro
me he venido caminando.
Cuando lo supo la luna
feliz me vino alumbrando.
La salitrera norteña
me ha mandado a saludar.
He caminado tres noches
con luna y sin descansar.
Tengo ganas de llorar
porque me tengo ir.
Llegué sin nada en las manos
pero vi al querubín.