Detrás de la zarzamora
mataron a un afuerino.
Cuatro velas están prendí’as
a la orilla del camino,
detrás de la zarzamora.
Después que lo aturdieron
a martillazos
dicen que le pegaron
cuatro balazos.
Cuatro balazos, sí,
pobre afuerino,
se fue de espalda el loro
y bajo un espino.
Triste fue su destino,
pobre afuerino.