Nació Rigoberta Menchú
en el pueblo de Chimel
con un destino ya escrito,
yo me pregunto por quién.
Sus manos finas de niña
borda del güipil de flores,
la harina, el trigo y la tierra
les da formas y colores.
La Menchú mueve montaña
con su pequeña estatura,
segura de sus razones
de justicia y de ternura,
ay, de ternura.
La riña de mis hermanos
es la de tantos millones
despojados de sus tierras
por fariseos ladrones.
Cinco siglos de injusticia,
nadie pierda la paciencia
que hoy día voz su resuena
al fondo de las conciencias.