Brindemos por los veguinos
y el carretón de verduras,
por esas paltas maduras
y por el charqui de equino,
por la pilastra ’e cebollas,
el canasto, el carga’or,
té frío en el mostrador
y los porotos con rienda.
Voy de compras con mi prienda
porque aquí está lo mejor.
A La Vega están llegando
repollos y coliflores.
Las paltas son de Quillota
y de Llay Llay los limones.
Un kilo de ochocientos
pa’ las pitucas.
Se les parten los labios
con las pantrucas.
Ay, con las pantrucas, sí,
yo soy veguino.
Jugamos a la brisca
un chuicho ’e vino.
La Vega me da suerte
hasta la muerte.