Brindo, gritó un candidato,
cualquier puesto me conviene.
en Atacama, en Cauquenes,
me presento sin recato.
Siete vidas como el gato,
a todos mis electores
inscritos o desertores.
Voten por mí, soy rebueno.
Si no les doy chicha y chancho
que me maten con veneno.
Señores, soy candidato,
cualquier cargo me interesa,
senador o diputado
o presidente de mesa.
Le prometo trabajo,
pan y porotos,
empanadas y chicha.
Déme su voto.
Ay, déme su voto, ay sí.
¡No a la ley seca!
Bajaron los cigarros
y la manteca.
Ya no tienen recato
los candidatos.