Indio atacameño, likanantay,
te hablo del desierto,
zupay, zupay.
Dime cómo vives
entre tus llamas
por los secos senderos
del Atacama.
Yo silbo y camino,
despierto y me alegro,
grito y me sonrío,
vengo y pastoreo.
Hijo de las piedras,
sobrino del viento,
el sol es mi taita,
soy atacameño.
Dime lo que compras,
dime lo que vendes,
para dónde vas
y de dónde vienes.
Voy para Bolivia,
vengo de Argentina,
llevo congrio seco,
chuño, sal y harina.
Fruta y algarrobo,
plumas de farina,
ojotas de cuero,
papayas y quinua.
Vuelvo por la puna,
pasto mi coquita,
arreo mis llamas
y bebo mi chicha.
Y si en el camino
me encuentro a una india,
ckockuntur ckiptur,
con una sonrisa
Hijo de las piedras
y del sol ardiente,
vengo de la vida,
voy hacia la muerte.