Brindaba con fuego el diablo
en las puertas del infierno.
Por los monstruos que gobierno
en este mundo de llamas.
La calavera se inflama
bailando una pericona.
Una diabla regodiona
no quiere más chicha en cacho.
Prefiere el pisco en botella,
decía un diablo borracho.
Caramba, y en las puertas de infierno,
caramba, y el diablo estaba bailando,
caramba, con una diabla chascona,
caramba, se amanecieron tomando.
La diabla muestra el hueso,
se espanta el diablo.
No me vengái con eso
porque no te hablo.
Porque no te hablo, ay sí,
ay, qué caliente.
Se quejaba la diabla
del aguardiente.
Qué bonito el infierno,
todos con cuernos.