(Tango)
– Sandino, general de los hombres libres
Entre las riendas de su caballo
brillan los ojos del general,
de su pupila iluminada
brotan reflejos de libertad.
Estaba escrito en su mirada:
sería su último galopar;
por el camino de las traiciones
viene silbando mi general.
César Augusto Sandino,
lo que sembraste maduro está.
César Augustino Sandino,
veo tu sombrero sobre el trigal.
Cuando bajaste de tu montura
con tus espuelas, puro cristal,
que hasta hoy relumbran,
como tus ojos, cuando en Masaya
oscuro está.
Todas esas balas en tus espaldas
son mil ventanas para mirar,
como tus hijos van construyendo
con tu certeza Nicaragua.
– Sandino no tenía cara de soldado
sino de poeta
convertido en soldado por necesidad.*
*Ernesto Cardenal