De luz sin par es mi mansión,
en donde muerte no habrá;
sus calles, de oro puro son;
allí mí alma gozará.
Está el hogar feliz de Dios
de las estrellas más allá,
y de su luz ya voy en pos;
allí mí alma gozará.
Si otros buscan su mansión
en este mundo terrenal,
mi hogar se encuentra allá en Sion:
es una patria celestial.
Yo voy a Sion, yo voy a Sion, eternamente a morar;
yo voy a mi feliz mansión,
eternamente a morar.