Ni fama, ni ciencia, ni honor o riqueza, del negro pecado me pueden librar.
La sangre de Cristo a mi sola esperanza
tan sólo su muerte me puede salvar.
Coro:
Tan sólo pudo redimirme
el amante Salvador;
fue con su sangre tan preciosa como Cristo me salvó.
Ni fama, ni ciencia, ni honor o riqueza podrían brindarme la paz del Señor.
La sangre de Cristo es mi sola esperanza,
tan sólo su muerte me quita el temor.
Ni fama, ni ciencia, ni honor o riqueza mi pena profunda me pueden quitar.
La sangre de Cristo es mi sola
esperanza;
el gozo divino disipa el pesar.
Ni fama, ni ciencia, ni honor o riqueza
mi entrada a los cielos podrían comprar
La sangre de Cristo es mi sola
esperanza,
con ella podré mí rescate pagar.