A nuestro Padre Dios
alcemos nuestra voz.
¡Gloria a él!
Tal fue su amor que dio
al Hijo que murió,
en quien confío yo.
¡Gloria a él!
A nuestro Salvador
demos con fe loor.
¡Gloria a él!
Su sangre derramó;
con ella me lavó;
y el cielo me abrió.
¡Gloria a él!
Espíritu de Dios,
elevo a ti mi voz.
¡Gloria a ti!
Con celestial fulgor
me muestras el amor
de Cristo, mi Señor.
¡Gloria a ti!