Aunque en esta vida fáltenme riquezas,
sé que allá en la gloria tengo mí mansión.
Alma tan perdida entre las pobrezas,
de mí Jesucristo tuvo compasión.
Coro:
¡Más allá del sol, más allá del sol,
yo tengo un hogar, hogar,
bello hogar más allá del sol.
Mas allá del sol, más allá del sol,
yo tengo un hogar, hogar,
bello hogar más allá del sol.
Así por el mundo yo voy caminando, pruebas me rodean y hay tentación. Pero Jesucristo, que me está probando, llevaráme salvo hasta su mansión.
Cristo a cada raza del linaje humano puede impartirle plena salvación.
Y una bella casa hecha por su mano
fue a prepararle a la santa Sion.