Alma mía, espera en tu Señor;
toda tu confianza pon en su amor.
El te dará su infinita paz;
todos tus pesares él disipará,
y en la tormenta te sostendrá.
Pronto la mañana de luz vendrá.
Alma mía, espera en tu Señor;
toda tu confianza pon en su amor. Cuando el dolor hiera sin piedad,
echa en él tu carga y descansarás.
En la zozobra y en el pesar, sólo Jesucristo te ofrece paz.
Alma mía, espera en tu Señor;
toda tu confianza pon en su amor.
Pronto el dolor ha de terminar,
y los sufrimientos no tendrán lugar.
Eterno gozo él te dará
y la tierra nueva será tu hogar.