Eterno Dios, mi Creador,
mi amparo en la aflicción,
tu has sido mi Consolador
en toda ocasión.
Mis años a tu vista son
cual brisas del ayer;
cual hierba es mi condición,
cae al atardecer.
Mi vida bajo tu ala está
seguro habitaré;
tu Espíritu me ayudará
y en calma andaré.
Eterno Dios, mi Redentor,
confío sólo en ti;
sé tú mi Guía, oh Señor,
en mi camino aquí.