¡Oh, cuán dulce es fiar en Cristo
y entregarle todo a él,
esperar en sus promesas,
y en sus sendas serle fiel!
Coro:
¡Cristo!, ¡Cristo!, ¡cuánto te amo!
Tu poder probaste en mí.
¡Cristo!, ¡Cristo!, puro y santo,
siempre quiero fiar en ti.
Es muy dulce fiar en Cristo
y cumplir su voluntad,
no dudando su palabra,
siempre andando en la verdad.
Siempre quiero fiar en Cristo,
mi precioso Salvador,
que en la vida y en la muerte
me sostiene con su amor.