A cristo doy mi canto:
él salva el alma mía,
me libra del quebranto
y con amor me guía.
Coro:
Ensalce pues mi canto
su sacrosanta historia.
Es hoy mi anhelo santo
mirar, Jesús, tu gloria.
Jamás dolor ni agravios
enlutarán mi mente;
refréscanse mis labios
con aguas de su fuente.
Su amor me ha bendecido
y alegra el alma mía;
su nombre es en mi oído
dulcísima armonía.
Me gozo en alabarle;
y cuando deje el suelo,
por siempre he de exaltarle
con ángeles del cielo.